Cuenta la leyenda que este rey poeta de Sevilla paseaba una tarde por la orilla del Guadalquivir en busca de inspiración. En voz alta, repetía una y otra vez el verso que estaba intentando completar, sin tener ni idea de cómo lo iba a terminar. Decía así:
"La brisa convierte al río
en una cota de malla"
Y de repente, una voz de mujer le contestó, completando su verso:
"Mejor cota no se halla
cuando la congela el frío".
Se trataba de Itimad, una esclava que había acudido al río a lavar la ropa. El rey quedó cautivado por el ingenio de la esclava, y por su belleza, y la hizo su esposa.
El cantautor Carlos Cano dedicó muchas canciones alos reyes árabes de Al-Andalus, y ésta que tenéis arriba, a los amores de Al-Mutammid y Rumaikiyya.