sábado, 22 de noviembre de 2014

Don Juan Tenorio

"Por dondequiera que fui
la razón atropellé,
la virtud escarnecí,
a la justicia burlé,
y a las mujeres vendí.
Yo a las cabañas bajé,
yo a los palacios subí,
yo los claustros escalé,
y en todas partes dejé
memoria amarga de mí".


Bien lectores, tal y como prometí, y puesto que ayer estuve en el Lope de Vega viendo "Don Juan Tenorio", voy a hablaros de los orígenes de este personaje. 
De la obra de anoche en sí no (aunque, si os interesa, podéis mirar información sobre la misma aquí, aquí o aquí), porque aunque respetaran en lo esencial el texto de Zorilla, el montaje era la mar de extraño (incluyendo un desnudo, un polvo apoteósico, y una paja a Ciutti sobre el escenario) y no me gustó demasiado.
Por eso, os voy a hablar hoy del personaje de Don Juan en sí (o más bien, de sus orígenes, como ya he dicho):

Como muchos ya sabréis (y si no, os lo digo yo), este personaje literario se inspiró en la figura del noble sevillano  Miguel de Mañara (ver), personaje con una juventud bastante disoluta, al final de la cual se arrepintió y, entre otras cosas, fundó el Hospital de la Caridad.


Parece ser que nuestra querida Sevilla, en los siglos XV a XVII, fue bastante pródiga en este tipo de personajes: El propio Machado hizo un poema dedicado a uno de ellos (ver), Don Guido -presumiblemente inventado, pero que refleja el estereotipo del que hablo-, al que Serrat puso música años más tarde (escuchar).

Murió Don Guido, un señor,
de mozo muy jaranero,
muy galán y algo torero;
de viejo gran rezador.

La cuestión es que nuestra Sevilla ha sido desde siempre (o, al menos, desde que Tirso de Molina situó su burlador de Sevilla y convidado de piedra en nuestra ciudad) la ciudad del Tenorio, y Noviembre su mes.


Por ello, a lo largo de todos sus días, hemos podido disfrutar de diferentes espectáculos relacionados con este personaje en nuestra ciudad (no todos de pago), y conocer las versiones del mito de la mano de otros autores, aparte de las más conocidas de Tirso y Zorrilla. 
Como sobre las diferentes versiones que existen hay realmente mucho que decir, lo voy a dejar para otra entrada.
¡Disfrutad del resto del mes!



Clamé al cielo, y no me oyó..
Mas, si sus puertas me cierra,
de mis pasos en la Tierra
responda el cielo, no yo".

1 comentario:

  1. Se me hizo un poquito larga y pesada, aunque respetase el texto original, no me engancho
    Y creo que no dice nada nuevo al dar la visión de un personaje, que es modelo de destrucción, de crueldad, de desprecio por los demás, incluso por si mismo. Que carece de empatía, de moral y ética, que se lleva por delante todo lo que se cruza en su camino…No es un héroe ni un icono. Eso creo que se nota en la obra original

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